La terapia láser presenta una importante regulación en el proceso de la inflamación. Para entender qué sucede a nivel macroscópico resulta fundamental entender qué sucede a nivel microscópico y como interacciona la terapia láser en todo este proceso.
El proceso inflamatorio es un mecanismo de defensa del organismo para evitar mayor lesión o infección. Lo que resulta negativo es cuando no hay un correcto control de las diferentes fases de la inflamación, siendo recurrente o convirtiéndose en un problema crónico. En la inflamación aguda se produce una respuesta vascular, con una vasoconstricción que dura unos pocos segundos, seguido de una vasodilatación consecuencia de la hipoxia producida. Pudiendo durar unos 24-72 horas. Se produce la adherencia y agregación de las plaquetas, liberando factores que ayudan a la posterior cicatrización, creando un coágulo de fibrina.
La respuesta celular, se produce por un fenómeno de quimiotaxis, siendo fundamental la degranulación de los neutrófilos y la activación de los macrófagos1.
Los macrófagos tienen un papel fundamental en la epitelización y cicatrización de los tejidos. En determinados estudios se ha observado que en cerdos de guinea deplecionados de macrófagos, los procesos posteriores de cicatrización no se producían.
De hecho, los macrófagos liberan gran cantidad de factores de crecimiento relacionados con la angiogénesis (VEGF), diferenciación de diferentes líneas celulares (FGF, TGF-β) y desbridamiento de la herida. Es por todo ello por lo que los macrófagos son necesarios en esta fase. En un estudio, se ha observado un incremento de los macrófagos en esta fase, comparado con el grupo control.
Gracias a la terapia láser, se obtiene una regulación de todo este proceso, consiguiendo un control de la fase aguda de la inflamación siendo fundamental para las posteriores fases de la reparación tisular.
Además, con la aplicación de la terapia láser se observa una disminución de las prostaglandinas, así como una reducción en la expresión de RNAm de la COX-22, así como de determinadas interleuquinas relacionadas con la inflamación como IL-1β3, TNF-α e IL-6.
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En la fase proliferativa o fibroblástica (que puede durar de 4-15 días) se produce una proliferación de los fibroblastos (viéndose incrementado gracias al estímulo de los macrófagos en la fase anterior). También se diferencian en miofibroblastos. Además en esta fase se produce angiogénesis, como consecuencia de la liberación del factor de crecimiento endotelio vascular (VEGF).
La vasodilatación se mantiene, gracias al óxido nítrico y a la angiogénesis, mencionada anteriormente. Todo esto se mantiene hasta el restablecimiento de un aporte de oxígeno adecuado en la zona de lesión. En la última fase de remodelación que puede durar hasta dos años. Mediante la terapia láser, esta fase reduce sus tiempos, consiguiéndose un tejido más fuerte y biomecánicamente más funcional.
Por tanto, la terapia láser ayuda a controlar todo el proceso de la inflamación, siendo necesario para conseguir el efecto analgésico y bioestimulante de los diferentes tejidos4. Para regular dicho proceso, DoctorVet cuenta con un protocolo específico, pudiéndose combinar con otros protocolos pre-establecidos.
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